Skip to main content

Cada vez más empresas optan por carretillas y maquinaria logística con baterías de litio en su flota. Esto se debe a sus grandes ventajas frente a otras baterías y fuentes de alimentación, como el bajo mantenimiento que necesitan.

En el artículo de hoy te contamos más sobre estas baterías y también aspectos que debes tener en cuenta para realizar ese manteamiento menor que el de otros modelos.

Cargas de la batería

Las carretillas de litio cuentan con una gran ventaja sobre otras con diferente tipo de alimentación. Esta es que las baterías de litio no se dañan por cargas parciales ni se reduce su vida útil.

Por eso podemos aprovechar cualquier momento en el que no estemos usando las carretillas para ponerlas a recargar. Pausas para comer o tiempo dedicado a otras tareas son perfectos para enchufarlas. A esto se le llama cargas de oportunidad.

Es más, lo conveniente es tener siempre la carretilla de litio o bien en funcionamiento o bien cargando. Ya que, además de maximizar la disponibilidad de la máquina, queda aparcada en la zona de estacionamiento y carga, permitiendo una mayor seguridad en el almacén y menos escollos en el camino para otras tareas.

Riesgos y prevenciones

Debemos prestar atención a los posibles riesgos de las baterías de litio derivados de un mal uso. Uno de ellos es la cantidad de energía que albergan estos aparatos. En casos extremos, podrían producirse cortocircuitos e incluso llegar a la combustión.

Para evitar estos casos, las baterías de litio cuentan con unidades de control llamadas BMS (Battery Management System). Estas evitan tanto sobrecargas (carga por encima de los voltios permitidos) como descargas profundas (descargas más allá del voltaje mínimo permitido). Así se evitan daños en la batería que impiden su buen funcionamiento.

La exposición a temperaturas extremas también supone un riesgo para las baterías. Por encima de 60ºC pueden darse, en determinados casos, combustiones espontáneas en las baterías de litio de las carretillas. Las temperaturas bajo cero también causan problemas, pues no se puede cargar la batería en esas condiciones. Si la maquinaria opera en condiciones extremas, por ejemplo, en una cámara frigorífica, y necesitáramos la carga en ese ambiente, deberemos optar por una versión calefactada especial.

También los accidentes pueden dañar la batería, como una colisión contra una estantería. Por ejemplo, con perforaciones que, en algunos casos, podrían llegar a provocar un incendio. O dañando el BMS, la unidad de control de la batería que mencionábamos antes.

Periodos de inactividad

Las baterías de ion-litio tiene un mantenimiento mínimo, incluso en largos periodos de inactividad. Algo muy importante en empresas con estacionalidad, con actividad temporal o con picos de trabajo.

Aun así, si no van a ser usadas en periodos largos de varias semanas, conviene seguir el siguiente procedimiento para preservar las prestaciones de las baterías:

  1. Cargar completamente la batería de la maquinaria.
  2. Desconectar el conector de la batería.
  3. Apagar el BMS de manera manual, usando el botón que encontramos al levantar la tapa de acceso a la batería.

Conviene, además, realizar una carga de refresco cada 10 semanas de inactividad completa. Debemos encender la máquina, recorrer unos metros, volver a cargar completamente la batería y repetir los pasos anteriores

Desde DBK ponemos a tu disposición las baterías con tecnología de litio a medida de Jofemar Smart Energy, unas baterías de calidad pensadas para entornos industriales.

Una de sus ventajas es que están conectadas a la nube. Gracias a ello, las baterías reportan información a JSuite en tiempo real para saber el estado en el que se encuentran y prevenir riesgos. Además, su diseño modular permite reparar las piezas dañadas con facilidad.

¡Pásate al litio y descubre todas sus ventajas!